Más allá de Dubrovnik y Split, mágicas islas que visitas en un crucero por Croacia
Las maravillas de los cruceros por Croacia están presentes en todo el recorrido. En los puertos encontramos verdaderas reliquias históricas y en el mar, islas de fantasía, tanto por su exuberante naturaleza como por su emporio histórico
Viajar en un crucero es un auténtico plan para desairar al estrés, tanto el cotidiano como el que se nos invade cuando viajamos normalmente.
En un crucero visitas muchos lugares y te olvidas de estar deshaciendo, rehaciendo y arrastrando maletas, por mencionar alguna de las molestias presentes cuando viajamos de vacaciones.
¡En un crucero todo lo tenemos a bordo! Si queremos más, están los paseos y las fuentes de diversión en las ciudades e islas que recorre.
Si de islas se trata, estas son las que recorren nuestros cruceros por Croacia.
Korcula
Conocida como la isla de Marco Polo, se dice que nació allí en 1254.
Es una de las islas más verdes del mar Adriático, tiene una extensión de 279 km2 y está amurallada casi totalmente.
Korcula, la ciudad, es un típico pueblo medieval dálmata, con torres rojas de defensa y casas llamativas de tejados coloridos. En ella, destaca la catedral de san Marcos de estilo veneciano.
Otros monumentos en Korcula, la iglesia de san Pedro, de arquitectura gótica con la portada renacentista; la casa y el museo de Marco Polo, el palacio de la Abadía y el palacio Gabrielis. En este último reside hoy el museo de la ciudad.
A solo 6 km de Korcula, está Lumbarda, es un pueblo altamente visitado, se encuentra rodeado de viñas, casas rurales y pequeñas playas de arena.
En la costa Sur, están los pueblos marineros de: Putnatska Luka, en el que se puede practicar buceo, Brna, Prizba y Potirna; todos con playas y ensenadas. Algunas de esas playas con arena y otras con pedruscos que dan un aspecto plateado a las calas.
Hvar
Es la isla más larga del Adriático. En ella abundan los bosques vírgenes y playas de arena blanca, al igual que la planta de la lavanda, por lo que también se le conoce con el nombre de la isla de la lavanda. Se dice que es la isla más soleada del Adriático.
Hvar es un lugar muy demandado en los últimos tiempos. La ciudad de Hvar tiene un excelente, variado y festivo ambiente nocturno.
Si lo suyo es la historia y la cultura, te puedes extasiar en las calles de su centro histórico, visitar la catedral de san Esteban, con su fachada renacentista y su campanario de cuatro pisos, desde donde se divisa la plaza principal.
Otros monumentos en Hvar son: el museo y monasterio Franciscano del siglo XV, donde se conserva una importante colección de pinturas de antiguos maestros, el teatro Antiguo y la fortaleza Española. Subir a la fortaleza vale todo, el ascenso es mediante escalinatas desde la plaza principal. Desde allí, te quedarás sin aliento con las panorámicas de la ciudad, el mar Adriático y a las islas Pakleni, que bordean la ciudad. Imperdible, el atardecer desde esa colina.
En cuanto a playas, abundan a lo largo de la costa. Puedes encontrar ensenadas encantadoras con pequeñas piedras y arena, donde la fronda mediterránea llega casi hasta el mar.
Cerca del centro histórico están las playas Banj y Laterna y, aproximadamente a ocho kilómetros de la ciudad de Hvar, está la bahía de Dubovica, un remanso para recuperar la paz después de una intensa jornada por la animada Hvar.