Mostar
Mostar no es sólo una ciudad, es un país en sí mismo. La segunda ciudad más grande de Bosnia y Herzegovina es conocida por su impresionante entorno natural y su magnífica arquitectura, pero también es uno de los destinos turísticos más populares de Europa. El Puente Viejo que cruza el río Neretva es la vista más famosa de Mostar, y muchos vienen a ver a los guardianes del puente que ocupan las casas del puente a ambos lados del mismo. Es una de las estructuras mejor conservadas que se construyeron durante el dominio otomano, y la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 2005.
La historia de Mostar se remonta al siglo XV, cuando se construyeron torres en el centro de la ciudad. El Imperio Otomano conquistó Mostar por primera vez en 1468 y, en 1469, ya se había apoderado de la ciudad, que en aquella época sólo era una pequeña fortificación con un puente de madera colgante. No había más de 20 hogares a ambos lados del río Neretva.
Durante los dos siglos siguientes, Mostar creció y se convirtió en un centro económico para Herzegovina. El Imperio Otomano construyó numerosos edificios en Mostar, incluidas mezquitas e iglesias católicas. Algunos de estos tesoros arquitectónicos han sido destruidos por la guerra a lo largo de los años, pero la ciudad sigue teniendo muchos grandes ejemplos de arquitectura turca que mostrar hoy en día.
Luego llegó la ocupación de los Habsburgo en 1878, que trajo consigo la modernización y cambios en la vida cultural y el desarrollo de Mostar. La ciudad atravesó un periodo difícil entre las dos guerras mundiales antes de recuperarse, triplicar su tamaño y modernizarse.
El símbolo de Mostar, el Puente Viejo (Stari most) conecta dos partes de la ciudad a través del río Neretva. Construido en 1566 bajo el mando de Solimán el Magnífico, fue diseñado para ser una maravilla arquitectónica. El puente sobrevivió cientos de años hasta febrero de 1993, cuando fue destruido durante la guerra de los Balcanes.
La cocina bosnia es una combinación de rasgos orientales y occidentales. Encontrará platos tradicionales como el cevapi y el burek, así como una gran variedad de platos de marisco fresco. La cocina de Mostar está muy influenciada por la turca, la griega y otras cocinas mediterráneas. Durante los cuarenta años de dominio austrohúngaro, también hubo cierta influencia europea en la gastronomía local.