Paros: mármol, mitos y costas bañadas por el sol
Paros es una joya brillante del grupo de islas Cícladas, enclavada en el reluciente mar Egeo. Ubicada a unos 185 kilómetros al sureste de Atenas, esta encantadora isla es fácilmente accesible en ferry desde el puerto de El Pireo o en vuelos cortos desde islas vecinas como Míkonos y Santorini. Con una superficie de 196 kilómetros cuadrados y una cálida comunidad de unos 13,000 residentes, Paros ofrece una combinación perfecta de vida vibrante y escapadas serenas.
Descubriendo Paros: Tesoros y tradiciones
Paros te invita a perderte por sus encantadores pueblos, cada uno como una postal hecha realidad. En Naoussa, casas encaladas y callejones estrechos te guiarán hasta un pintoresco puerto lleno de coloridos barcos pesqueros y animadas tabernas. Parikia, la capital de la isla, alberga la impresionante Panagia Ekatontapiliani, la "Iglesia de las Cien Puertas", una maravilla bizantina que data del siglo IV. Los amantes de la historia disfrutarán de las antiguas canteras de mármol, origen del famoso mármol de Paros utilizado en obras maestras como la Venus de Milo.
Los amantes de la playa encontrarán un paraíso en las doradas costas de Paros. Desde las singulares formaciones rocosas en la playa de Kolymbithres hasta el paraíso del windsurf en Golden Beach, hay un rincón para cada amante del sol. No te pierdas la oportunidad de explorar las calas escondidas y las aguas cristalinas que hacen de Paros un refugio de tranquilidad.
Para vivir experiencias inolvidables, sube al sereno pueblo de Lefkes, enclavado entre colinas cubiertas de pinos. Aquí, puedes pasear por el Camino Bizantino, una antigua senda pavimentada con mármol que ofrece impresionantes vistas de la isla. Los amantes de la gastronomía se deleitarán con delicias locales como frituras de garbanzos, mariscos frescos y vinos dulces de viñedos familiares.
Leyendas susurradas por el Egeo
El rico mármol de Paros ha dado forma tanto al arte como al mito. Según relatos antiguos recogidos por Pausanias, las canteras de la isla eran un regalo divino, produciendo mármol que esculpía la imagen de dioses y héroes. Apolodoro señala que Paros estaba vinculada al culto de Dionisio, el dios del vino y la festividad, una tradición que aún perdura en las celebraciones locales. Estas leyendas añaden una capa de magia a la isla, haciendo que cada rincón se sienta como parte de una gran historia.
Paros es un destino que captura corazones con su mezcla de historia, belleza natural y hospitalidad cálida.